Prólogo a lo mágico sombrío

Sobre el lienzo de estas páginas se extiende el eclipse del claroscuro que baña a cualquier superficie del planeta.
Somos seres de contrastes, de sombras y de luces, de entreveradas esencias que se fusionan vitalmente al yin -yang en el que se funden todos nuestros personajes, máscaras y arquetipos.
Es así que la contradicción deja de tener esa nominación cuando profundiza la armonía y la lleva a la cumbre de la inclusión de polaridades.
Disfrutemos, entonces, con absoluta libertad la forma humana liviana y densa, noctámbula y luminosa de la que estamos hechos.
Dejemos que lo mágico sombrío sea la creación que nos haga íntegros.

Ondínica

ONDÍNICA

Con el azul de tu sangre de mar
con el plateado de tu piel de escamas
con el blanco de tu alma gaviota.

Tú, virgen de los arrecifes de coral

Con lo leve del aire y lo sutil de la espuma,
con lo terso del cielo y lo volátil de las olas.

Tú, nacarada esfinge de mar.

Con la naútica silueta de tus aletas,
con la lengua sirénica de tu humedad.

Tú, mujer pez de cánticos para hechizar.

Libelezca

SOLO SILENCIO...

SER AZUL

SER AZUL


Ser azul es a veces un calmo marinero profundo, otras un sibilante granizo de agujas.
Ser azul esta hecho de sentimientos de araña que trepan dentro de su sistema de latidos.
Su composición anatómica está formada por nubes; esponjosas, gélidas, sólidas, evaporadas, líquidas y gaseosas, pues ser azul es parte de todas las formas del cielo claro y del oscurecido.
Está ahí en el temblor de las primeras gotas de la tormenta o en la vertiente celeste de un armónico crepúsculo.
Ser azul bebe ambrosía aérea y licores obtusos, flota de espaldas mirando la bóveda del limbo o se sumerge violentamente para morder la arena.
Es un unicornio iracundo, otras un dragón aquietado pero siempre un ser azul eclipsado.
Ser azul vive algodónicamente libre o siniestramente aprisionado vigila los átomos que fabrican a seres humanos que solo existen para preguntarse: ¿Cómo será ser azul?