domingo, 12 de octubre de 2008

VIAJERA DE MUNDOS


VIAJERA DE MUNDOS

Soy la viajera de los mundos que llevo dentro, de los fusionados momentos que comunico a la tierra y sueño para el cielo.
Después de ser la nómada de mis desiertos mi encuentro empieza en una de mis emigraciones. Este es el relato de mi camino hacia la esencia de mí misma :
Vagué errante durante lo que parecieron milenios o muchas vidas hasta encontrarme en soledad ante una imponente cueva de la cual extraje una roca volcánica, se retorcía convulsivamente en mi mano, acelerando sus movimientos cada vez con más intensidad, la mantuve conmigo hasta sentir en mi piel su transformación; los rayos del sol la habían convertido en una flecha de fuego.
Embelesada pasee a la roca hecha flecha a través de selvas y desiertos, montañas y pirámides buscando donde depositar el límite de su luz.
Su intensidad solar crecía, se desbordaba esperando alumbrar mas allá de su transitar fugaz por los panoramas de los continentes.
A través de los años llegamos a una comunidad escondida por una vegetación exorbitante, era un lugar poblado por diminutos seres desnudos, casi transparentes, que danzaban alrededor de una sublime hoguera incandescente.
La flecha se sacudió frenética y supe que habíamos encontrado su lugar sagrado, su sitio de protección.
Abrí la mano y la flecha voló en círculos hacia la reverencia escarlata del fuego.
Deshizo su cuerpo fundiéndose entre los destellos rojos de las llamas.
Viendo la increíble imagen que me proyectaba el fuego me di cuenta que mi cuerpo había cambiado de forma, me estaba encogiendo y mi piel se tornaba cada vez más incolora hasta volverse casi holográmica.
Mi alma sentía una libertad incontrolable, me desprendí de mi vestimenta y empecé a bailar al ritmo tribal del tambor chamánico que inundaba el ambiente.
Desconecté mi mente para entregarme al trance de un nuevo estado de conciencia, me zambullí en mí y descubrí que lo que había buscado en todos mis viajes tan solo era la simpleza de conectarme con el ser natural que está en el centro de gravedad del cosmos, el árbol de la vida que extiende sus ramas a todo lo que roza su inmenso tejido eterno.
Me dí cuenta que durante toda mi existencia me había creído estéril roca pero que mi esencia era la libertad de una flecha...y por fin fui la viajera de los mundos que llevo dentro.

2 comentarios:

Fata Morgana dijo...

¿Viajamos juntas? Precioso texto, y además, me da nostalgia porque me recuerda a mis viajes.
Un saludo.

Violeta dijo...

Viajemos juntas Fata,
que la vida es solo la transición a distintos mundos.
Viajemos juntas todas las Fatas que creemos en la libertad de fluir.