miércoles, 21 de mayo de 2008

Violeta


VIOLETA: “Escupitajo azucarado de ninfas negras” Rimbaud

H2O


Hay un mar en mi alma,
una pequeña incrustación de océano
que invoca con espuma dilatada
a ahogarme en su profundidad.

LA BRUJA

En noches de negro azabache salía a caminar acorralándose tras su enorme y vaporosa capa oscura, llevaba hierbas salvajes y muérdago en los bolsillos, una baraja de cartas españolas amarrada con tres vueltas de hilo rojo a su pecho, justo en el lugar donde el plexo solar le latía.
Era la bruja de las caléndulas que se abrían tras la lluvia, de los dientes de león que esparcían sus cápsulas diáfanas al aire, de los nenúfares que crecían en el fango rebosante de renacuajos. Una bruja sideral que amontonaba constelaciones en una bolsita de té, que transformaba emblemas en predicciones de arcanos y hojas de coca enlazando así los saberes universales que le había dado la tierra.
Había desplazado sus huellas en todos los bosques, en los de abedules, en los de cedro y eucalipto, en los de saúco y pino. Conocía a fondo las heridas de liquen sangrante de los sauces llorones, las quemaduras profundas tras el zigzagueo de las orugas en la carne de los molles. Palpaba con todo su ser los colores de lo eterno, el verde esmeráldico mezclado con el café telúrico de la naturaleza pura.
Con el paso de los años poco a poco sus zapatos chuecos, descosidos y espiralados debían incrustar marcas en otras geografías, cambiar curso a su escoba y anidarse en los terrenos de otros escenarios…en los del cemento citadino. Caminaba como fugitiva entre la gente y sus vaivenes artificiales, de rato en rato reía con sonoras carcajadas góticas y aceitosas…de rato en rato lloraba con frías lágrimas congeladas que escarchaban.
Buscaba un pedazo de lugar para crear su habitáculo de bruja suburbana, una cueva entre los cerros y la gran ciudad devoradora que mantenga conectada su esencia de musgos y flores silvestres con los rascacielos de la “vida real”. Un pedacito de vivienda claroscura para poder crear su gruta, su cofre de oráculos en el que todo sucedería a la luz de una hoguera y sus figuras seculares.
Recorrió por anverso y reverso cada sitio de posible residencia que le comunicaba el movimiento circular de su péndulo. Súbitamente llegó a un barranco transformado en un caldero de basura, reconoció el repugnante olor de la muerte abandonada. Se sintió complementada al descubrir a una familia de cucarachas que se habían posesionado de la hebilla de sus místicos zapatos.
Escarbó la basura e hizo un hueco perfecto tapizado por ollas oxidadas y restos orgánicos putrefactos. Se metió sigilosamente en su bóveda prefabricada, gateó concéntricamente como si estuviera formando una madriguera para lobos, imaginando crear un castillo sumergido en inmundicia.
Formó un túnel perfectamente redondeado donde cabían ella, su caldero e incienso, sus pociones y dagas, sus velas y pentagramas.
Se trasladó hacia la salida y colgó descuidadamente un cartel sujetado por un clavo torcido. En él se leía la siguiente inscripción: “Artes brujeriles”.
Había encontrado el lugar indicado para profesar su hechicería y aunque las personas que iban a consultar su cábala salían vomitando por la pestilente emanación de su guarida, volvían a entrar al basural para saber los secretos escondidos tras las verrugas de la bruja con mirada de águila carroñera y cabello de salamandras enroscadas.
La bruja reía místicamente en su soledad pues sabía que hasta en un charco de lodo LO MÁGICO SOBREVIVE!.

IEMANJÁ


SOLEDAD


SOLEDAD


“Mostrar la luz a las aves nocturnas es ocultársela,
puesto que las ciega y se convierte para ellas
en algo más oscuro que las tinieblas” Eliphas Levi


Soledad…
la neblina que lentamente chorrea de mi cuerpo.

una cárcel negra que se densifica en el ocaso.

una noche de petróleo en mi oscura habitación.

un nudo que gira como hiedra ahogando mi garganta.

un cuervo picoteando la pulpa viscosa de mis ojos.

unas manos temblorosas tocando su marcha fúnebre.

la sotana decapitada de mi cueva en la montaña.

el aullido de un licántropo perpetuamente enjaulado.

la lágrima de un abatido cíclope con conjuntivitis.

la alegoría de un cuarto vacío con claustrofobia.

la clandestinidad de estar desterrada del mundo.

jueves, 15 de mayo de 2008

TEJEDORA DE LA NOCHE




Tejedora de la noche


La muerte no es blanca ni negra, es gris.
Se oculta en el intervalo del contraste.


Me silencio al horizonte, mirándome entremezclada al círculo de la muerte.

Me divido al ocaso recorriendo la cortina que clausura la luz del día.

Me camino negra y distante sumergida ante mis propias rendijas.

Me evaporo como un ángel exhumado buscando contemplar la belleza sin forma.

Me retiro a las habitaciones de la bruma solitaria y sobre esta línea en blanco coloco mi vida para ser ofrendada a las historias que se quieran contar sobre mí.

Seré pequeña, seré enorme, seré magnánima, seré insignificante; seré personaje que se crea para retratar lo que la vida no puede decir.

Así, tejeré los hilos de la oscuridad para retratar la imagen de mis cuevas…y seré libre para beber la noche.


martes, 13 de mayo de 2008

NIÑA EMBURBUJADA



Desde dentro, desde la hondura
la niña gira su ovalada burbuja,
en el umbral de sus sólidas paredes de vitral
vislumbra un dragón de forma oriental.

Sostiene los mensajes del círculo del fuego,
siente lava quemando su fuero interno,
son ardientes llamados de poderes ancestrales,
ìgneos mensajes de asiáticos guerreros astrales .

Pequeña sabia de ojos bifurcados
tus cuentos son los pergaminos sagrados,
tu alma la danza perenne del incienso
tu vida el mantra meditativo del silencio.

lunes, 12 de mayo de 2008

Inocencia en rojo



EL PREÁMBULO DE LO MÁGICO SOMBRÍO

Duermo a través de cobijas plumíferas, que entre elixires recibe,n a mis ojos somnolientos. Hacen su apertura las ventanas prismáticas de mis sueños, contemplo existencias de ninfas, hologramas de libélulas, trasfiguraciones plenas a partir de pociones burbujeantes que flotan melódicamente en humos caleidoscópicos,
¡Que intensa transición derrama esta acuosa sensación noctámbula!
Salgo en busca de brebajes mágicos,
¿Dónde se encuentra ambrosía en esta submundana insanía?
Se abre entonces la alada vivencia de mantener obstinadamente el vuelo sujeto a la fantasía más frenética, ¿apabullante subjetividad, será? ¿Quizás, solo libertad de atrapar el punto blanco en mi mente calmando el insomnio?
Sin más creaciones disfruto mi pausa, y preparo el viaje a la transmutación iniciática, a la conversión de las crisálidas de lo mágico sombrío.
Vuelven las mariposas negras cubiertas de velos hadezcos.
Vuelven las flores del mal hechas rosas tras biombos.


Libélula esteparia

Se abre la dimensión de las libélulas esteparias:
*¿existirán? ¿existiré?.
Tal vez solo sobrevuelan la cúspide de la ausencia.
Tal vez solo se muestran ante la libertad invisible.
Tal vez solo soy yo abriendo las puertas a la fantasía que me habita.
*¿existirán? ¿existiré?.