Mis manos temblando tus acordes
recomponiendo la aurora que nos sostenía.
recomponiendo la aurora que nos sostenía.
Mis ojos cristalizando tus desapariciones
restituyendo la tenue armonía que nos cubría.
Mis labios musitando tus inexpresiones
reencontrando el fuego fatuo que nos enardecía.
Mis oídos peregrinando tus canciones
reconectando los arpegios que nos pertenecían.
Mis piernas levitando tus rincones
rediseñando las huellas musicales que nos mantenían.
Mis cuerpos sonorizando tus estaciones
reintegrando los piélagos que nos envolvían.
Y es que…sin música perdimos el tranvía.