No se cierran las ventanas solo porque afuera ya no exista nada que observar.
Aún los desiertos invisibles son perceptibles a través de un vidrio fracturado.
Aún el oasis de los espejismos encandila a los ojos que aparentan estar cerrados.
No se vacían los baúles solo porque ya no existan más tesoros que guardar.
Aún las huellas del invierno se esconden en las paredes de la historia.
Aún las penumbras de la aurora destellan en las emociones de la memoria.
No se clausuran los corazones solo porque ya no exista ningún latido que entregar.
3 comentarios:
Estoy de acuerdo. Si la realidad se convierte en sueño, ¿por qué no van a convertirse en realidad los sueños? Si las pesadillas se extienden sobre la tierra, ¿no es lógico pensar que los sueños también tendrán su momento?.
Lo siento, me emociono tanto el texto que olvide la razon de mi impertinencia. Soy un nuevo blogger aficionado a la literatura buscando afinidades. Visita http://anibalferrosocruz.blogspot.com. Gracias
Buen texto, me ha gustado mucho tu blog, pasaré más seguido por aqui.
un abrazo!
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